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Apagar o propagar

VIII Ultreya Nacional celebrada en Toledo

Apagar o propagar
Aterrizando lo vivido en la Ultreya Nacional

08 de Mayo, 2022

Para mi querido hermano en la fe, Edu, la vivencia de la Ultreya Nacional ha sido muy importante, tanto que ha sentido la necesidad de escribirlo y compartirlo con todos nosotros.

«Buenos días bro. He tenido que meter tijeretazo porque si me da por expresar todo lo que siento hago un libro 😅».

No tengo palabras para describir lo que siento, pues mi corazón es un torbellino de emociones que quiere decir TODO a la vez. Aunque por encima de ese todo hay algo que sobresale: CRISTO VIVE y en nuestra Ultreya Nacional lo he vuelto a experimentar.

Los que me conocéis sabéis que no soy persona de pararme a pensar en mis acciones, salvo cuando llega el momento. Por eso, fui a nuestra VIII Ultreya Nacional sin ningún tipo de expectativas.

De hecho, inicialmente no tenía pensado si iba a asistir o no. Pero como ocurrió en mi cursillo, animado por mis seres queridos, dije que sí a la convocatoria, y me apunté a la convivencia propuesta por nuestra Escuela.

Y bendito sea el momento en el que lo hice, pues realmente he vuelto a Galilea, he vuelto a sentir al Señor como hace tiempo que no lo hacía.

MARTA, MARTA… (Lc 10, 38-41)

En la tarde del sábado, hubo una frase que me marcó: “llegamos a Galilea con lo que llevamos dentro: dudas, temores, dolores…” y así me propuse a iniciar ese camino de vuelta.

En mi caso iba con una tristeza y oscuridad interior que arrastraba desde hacía muchas semanas. Mucho venía sufriendo, pensando que si mi Padre me preguntara por mis obras, desde que hice mi cursillo, mi respuesta iba a ser paupérrima.

Miro a mis hermanos en la fe, y me veo tan pequeño y poco participativo, que me daba pena pensar que los pescados que le iba a llevar a Jesús no daban ni para una pequeña tapa de aperitivo.

VIII Ultreya Nacional AdoraciónPero en mi viaje de vuelta a Galilea he vuelto a experimentar que lo que realmente me acerca a Dios no son mis obras, sino mirarle a ÉL, mirar a JESUCRISTO: verle expuesto en la custodia del sábado es lo que verdaderamente hace arder mi corazón.

Desde entonces una frase de Jesucristo no deja de resonar en mi cabeza: “Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria

Muchas veces caigo en el error de medir mi santidad en función del servicio a la Iglesia, y me olvido de que todo esto pasa por lo más esencial: no quitar la mirada de Cristo.

Mis acciones no deben ser las que midan mi santidad e implicación a la llamada del Señor, sino una consecuencia de la acción principal a la que he sido llamado: amar a Dios sobre todas las cosas.

Y esto vino reforzado con otras palabras que escuché el domingo en nuestra Ultreya Nacional: “cuanto más queramos a Jesús, más nos encomendará sus cosas más delicadas

Dios me llamó al movimiento de Cursillos no por lo que fuera a hacer, sino por lo que soy: su hijo.

Y mis dones, aumentados por la fuerza del Espíritu Santo, son los que tengo que poner al servicio del movimiento para su crecimiento.

¿Que los dones que me han tocado no son los idóneos para tener una gran acción evangelizadora? Bueno, qué más da, quizá el Señor sólo me quiere en Cursillos para transmitir la alegría que siento por ser su hijo.

O quizá el Espíritu, más adelante, me dé otros dones que sirvan para aumentar mi acción evangelizadora en el movimiento, sólo Dios sabe el plan que tiene para mí.

VOLVER AL PRIMER AMOR (Ap 2, 2-5)

En nuestro retorno a Galilea también se nos dijo que volviéramos a nuestro primer amor. Frase que he escuchado muchas veces desde que hice mi Cursillo, pero que esta vez la he entendido desde otro punto del prisma.

Yo tuve mi primer encuentro consciente con Cristo en mi cursillo y, al ser el punto de partida de mi vida plena, no lo he olvidado en ningún momento de estos casi 7 años transcurridos.

Sin embargo, esta vez la vuelta a mi primer amor ha sido volver mi mirada a mi Comunidad.

Recuerdo que mis primeros pensamientos en la clausura (y en la acogida de mi Ultreya), eran que me sorprendía ver que había gente que hiciera todo eso por mí sólo por su amor a Jesús.

Ese recorrido que hice por el pasillo de camino a la clausura no hizo más que enamorarme del movimiento y de la Iglesia, y que supiera que mi lugar dentro de ella sea el MCC.

Ahora viendo cómo, por amor a Cristo, Marina ha asistido sola en representación de la Diócesis de Huelva.

Cómo nuestros hermanos de Ceuta o Canarias han cruzado a la península para asistir a este encuentro.

Cómo María con sus 20 añitos se subió a dar testimonio delante de 1.300 personas.

Cómo hermanos de La Puebla de Almoradiel se hicieron una hora y media de camino (volviendo bien entrada la noche del sábado a sus casas, y madrugando de nuevo el domingo para estar en la Ultreya).

O cómo había hermanos que asistían a su cuarta Ultreya nacional.

Todo esto no hace sino que vuelva a amar a mi Comunidad y a revivir ese primer amor sentido en ese pasillo de la Casa de Cristo Rey en Pozuelo de Alarcón.

VOSOTROS SOIS LA LUZ DEL MUNDO (Mt 5, 14-16)

Finalmente, este encuentro me ha capacitado, para darme cuenta de la grandeza e importancia de nuestro movimiento.

Así como de la responsabilidad que tenemos todos nosotros en que éste siga caminando al lado de los alejados de la Iglesia para que puedan saber que CRISTO LES AMA.

En algún momento del fin de semana he escuchado lamentos de algunas personas porque se pensaban que íbamos a ser más.

Como antes os dije, no soy persona de hacerme expectativas, así que no puedo afirmar cómo me sentía por la asistencia. Pero hay algo que sí que me salió en un determinado momento… “somos los que tenemos que estar”.

Cuando alguien me recuerda la dificultad de nuestra tarea, en este mundo de lobos en

el que nos toca vivir, siempre digo lo mismo: “todo esto comenzó con 12 apóstoles”, que, como nosotros, también eran “NECIOS Y TORPES”, como dijo nuestro presidente nacional.

Toda la oscuridad del mundo no podrá apagar una sola vela siempre que nos esforcemos por mantener encendida esa llama.

VIII Ultreya Nacional celebrada en ToledoLa misma llama que nos fue compartida en la vigilia de oración del sábado, y por la que nos preguntaron si queríamos apagar o propagar.

Desde el MCC, y gracias al cariño con el que lo han organizado nuestros hermanos de Toledo, nos han proporcionado nuevas herramientas para volver a Galilea… aprovechémoslo para mayor gloria de Dios.

ULTREYA ET SUSEYA

Eduardo Aguilar Ayllón, de la Ultreya de Arroyomolinos-Moraleja.

¡¡¡De Colores!!!