¡QUÉ BIEN SE ESTÁ AQUÍ SEÑOR!

Con esta frase se podría resumir la maravillosa experiencia de vivir un cursillo de cristiandad. Parece mentira que en 3 días un cursillo pueda cambiar tu corazón, al principio parece que nada cambia pero poco a poco el AMOR con mayúsculas y la Alegría de saberse amado invade tu corazón, porque para Dios no hay nada imposible.

Este cursillo también era para mi, Jesús fue transformando e inundando mi corazón con su amor a lo largo de estos tres días. Antes de llegar al cursillo, e incluso al principio de esta vivencia, sentí que yo no era la mejor Testigo para hablar De Dios, pero Él me hizo saber que no soy yo, sino que es Él en mi. No vamos a dar testimonio de “lo buenos que somos” sino de lo Bueno que ha hecho Dios en nuestra vida. A partir de este momento mi cursillo cambió, empecé hacer la película de mi vida de nuevo y fui consciente de todo lo bueno que Dios ha ido haciendo en mi. Entonces una frase sencilla, que un gran amigo me ha dicho muchas veces, para mi cobró todo el sentido y que hasta ahora no había puesto en valor. ¡SOLO DIOS ES BUENO!

Ahora mismo me siento plena y llena del AMOR DE DIOS y no puedo ser más feliz. Ánimo la vida puede ser apasionante de la mano de Jesús y es el quien la convierte en una VIDA…

¡¡¡De Colores!!!