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Cursillo 122

Cursillo 122 de la Diócesis de Getafe

Cursillo 122 de la Diócesis de Getafe

31 de Enero, 2022

Del 27 al 30 de Enero se celebró el Cursillo Nº 122 de la Diócesis de Getafe en la Casa de Espiritualidad de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor en Ciempozuelos.

El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

«Este cursillo ha sido el cursillo del sí… o no», nos contaba Maribel Vázquez, coordinadora del Cursillo, pues ante la situación de estas últimas semanas, con más contagios por Covid, no estaba claro que se pudiera celebrar.

Pero a pesar de todo, el equipo preparó el cursillo con dedicación y todo su amor, y, gracias a ello, una vez más, el Señor ha derramado su gracia a borbotones sobre las personas que vivieron el cursillo.

Qué alegría poder ver al Señor sanar las heridas y dar esperanza a los corazones, convertirlos en hijos de la Santa Madre Iglesia: el Señor nos ha regalado un buen puñado de nuevos hermanos.

Y algunos de estos nuevos cursillistas han tenido la generosidad de compartir con nosotros su vivencia en este fin de semana:

Para mi el cursillo ha sido un antes y después en mi vida.

Llevaba muchos años alejada del Señor y de la Iglesia. Pasaba la mayor parte de los días triste, como que me faltaba algo en mi corazón y por más que buscaba cuál era el origen de ello, no lo encontraba.

Al segundo día del cursillo comprendí que Dios está vivo y con ello yo también. 

Sentí que me abrazaba en estos días y que me decía: «Yo siempre he estado ahí y estaré contigo como un padre ama a su hijo».

En ese momento lloré y sentí la PAZ que necesitaba. ¡¡¡De colores!!! Eva María Cruz Machín.

Para mí el cursillo de cristiandad ha sido una experiencia enriquecedora donde conoces a la Iglesia y el amor de Cristo resucitado que sólo con mencionarle me alegra el alma. Roque Heras López.

Don Ginés, nuestro pastor

La clausura, a la que acudieron un gran número de miembros de la comunidad de cursillos de nuestra diócesis, estuvo presidida por don Ginés, nuestro obispo, que venía casi directamente desde Roma, de su visita ad limina apostolorum

Don Ginés dedicó unas palabras de ánimo a los nuevos cursillistas para su 4º Día, y también para todo el Movimiento, para que sigamos nuestra labor de apostolado, resaltando el amor personal que Dios tiene por cada uno de nosotros, y de que ahora compartimos su misión de extender el Reino de Dios.

«Para mí la vida es Cristo» (Flp 1, 21).  Don Ginés nos habló del momento en que le propusieron ser obispo, y cómo, dentro de la conmoción que le provocó la noticia, le llegó al corazón insistentemente esta frase de la carta a los Filipenses, «para mí la vida es Cristo».

Esta convicción le dio paz a su corazón hasta el punto de que lo eligió como su lema episcopal.

Nos exhortó a mantener nuestra identidad, nuestro carisma, pero sabiendo siempre que, antes que nada, somos Iglesia, que no nos encerremos, y que debemos colaborar en lo que podamos en nuestra parroquia y nuestra diócesis.

En definitiva, amar a la Iglesia, porque «Iglesia soy yo», como dice nuestra canción «De Colores».

Nos animó a no quedarnos en las pequeñas cosas, en los pequeños problemas, porque ahí fuera la mayor parte de la gente no conoce al Señor, y esto es lo que nos tiene que quitar el sueño, porque sin Jesucristo, no hay verdadera felicidad.

Para finalizar, nos contó, en «primicia», alguna cosa de su reciente visita a Roma.

Para don Ginés, lo más hermoso de toda la visita fue el encuentro con el Papa, con el que estuvieron hablando cerca de tres horas, de la Iglesia, de los pobres, de la pandemia, etc.

Resaltó cómo cambia la cosa cuando se habla directamente con Francisco, sin los medios de comunicación que tergiversan su mensaje, cómo se nota la sabiduría y bondad del Santo Padre.

El Papa pidió a don Ginés y al resto de obispos tener 4 cercanías:

  • Cercanía a Dios, sin la que no se puede hacer nada, lo cual vale para obispos, sacerdotes y laicos.
  • Cercanía entre los obispos.
  • Cercanía a sus sacerdotes.
  • Y cercanía al pueblo santo de Dios: que todas las personas encuentren en su obispo acogida y comprensión.