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Cursillo 137

Cursillo 137 de la Diócesis de Getafe

12 de Mayo, 2024

Del 2 al 5 de mayo, celebramos, en la casa de Espiritualidad Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor de Ciempozuelos, el Cursillo de Cristiandad número 137 de la diócesis de Getafe.

Una vez más, el Señor tocó los corazones tanto de los miembros del equipo de este cursillo como de los invitados, ya nuevos cursillistas.

Presidiendo la clausura, y en representación de nuestro obispo don Ginés, contamos con la presencia de don Jaime Bertodano, vicario episcopal de Apostolado Seglar, junto con nuestra presidenta diocesana, doña Lourdes Barato, D. Yago Fernández de Alarcón, nuestro consiliario, don Jesús Parra y la coordinadora del Cursillo, doña Angie González.

Don Jaime animó a los nuevos cursillistas y a todos los presentes a perserverar en la fe, no descuidar lo que en el cursillo habían encontrado y anunciarlo a amigos y familiares.

Como siempre, os presentamos varios testimonios de los nuevos cursillistas a los que agradecemos su amabilidad y generosidad, y finalmente, os dejamos unas fotos de la clausura.

Cuando las palabras no llegan a expresarlo todo, a veces, la poesía consigue atrapar parte de lo inefable

De un poema de Thomas Merton:

No estaba seguro de adónde iba, ni podía saber lo que haría al llegar.

Pero tú veías más lejos y con más claridad que yo y abrías los mares delante de mi barco, cuyo rumbo me conducía, a través de las aguas, hacia un lugar con el que jamás había soñado y que ya entonces estabas preparándome tú para que fuera mi salvación, mi refugio y mi hogar.

Y mientras yo pensaba que no había Dios ni amor ni misericordia, tú no dejabas de guiarme al centro mismo de Su amor y Su misericordia, llevándome, sin ser consciente yo de ello en absoluto, al hogar.

Esto es lo que me ha pasado en mi cursillo: desbordado por una experiencia real de Gracia.

Abrumado por la corriente de amor de un grupo de personas que se abrían a mí. El amor de un Padre Bueno se materializó en sus manos. Nunca me he visto sostenido por tantos.

Empujado a la acción de una forma natural y nueva. La realidad del cuarto día ha quedado transformada y resucitada para siempre. No voy a volver a leer mi vida y mi ambiente ya más como lo hacía antes.

Había en mi vida cosas que tenía que forzar a golpe de voluntad y ahora brotan solas gracias a haber tenido una experiencia real de Gracia.

Invitado por una Misericordia sin límites: soy yo. No tengas miedo. Cuento contigo.

Y yo con tu Gracia.

De colores

Fernando Molina, cursillista de Getafe

¡Hola! Me llamo Tamara e hice el cursillo de cristiandad junto a mí marido, el número 137, gracias a Dios.

Intentaré exponer aquí en este escrito mi maravillosa experiencia en el cursillo, aunque algo tan grande es difícil plasmarlo en unas pocas palabras.

«Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.

Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.

¡¡Y renovarás la faz de la tierra!!.»

¡Empecemos!

Mi intención era acercar más a mi marido a la iglesia, que en el cursillo me di cuenta que lo decía erróneamente, ya que iglesia somos todos, así que al templo, mejor dicho jejeje, venimos de familia Cristiana pero no muy practicantes, pero aun así, nos creíamos  «buenos Cristianos», pues bien, ahora viene mi testimonio…¡Ahora viene mi despertar!

El cursillo me dio de lleno, fue literalmente una sacudida con el dulce abrazo de nuestro Señor Jesucristo.

El inicio fue muy extraño, desconcertante y a su vez emocionante, nuestra Coordinadora Angie nos lo dejo fácil y nos hizo sentir en todo momento que estábamos en nuestra casa, su acogimiento, sin conocernos, fue mi primera experiencia al ver cómo alguien que no me conoce, me aprecia y se preocupa por mí, si, ¡por mí!, ahí es la primera vez que sientes al Espíritu Santo, (te das cuenta al segundo o el tercer día, jejeje).

El ser humano tiene tendencia a borrar o mejor dicho a aparcar en el fondo del corazón y la memoria, las experiencias malas, traumáticas, etc.

Pues nuestra primera lección hizo encontrarme conmigo misma, la segunda, la tercera, la cuarta, etc.., fueron llaves que fueron abriendo poco a poco mi corazón hasta llegar al fondo de él, sin miedos, sin preocupaciones, sin  prejuicios y ahí, en ese momento, me encontré con él, con el más grande, con el que sostiene mi vida, con nuestro Señor Jesucristo, así que me encontré con quien siempre me ha protegido y con los brazos abiertos, da igual las veces que le hayas ofendido, siempre está, él te ama.

Los Padres Yago y Jesús me sorprendieron, nos enseñaron como unir a la Divina Trinidad, la iglesia (que somos todos) y el Templo, sus palabras recalaron profundamente en el alma.

Así que doy gracias a nuestra Coordinadora Angie, nuestros Cursillistas, María Jesús, Moncho, Natalia, Arci, Puri, Uge, Fernando y Gloria, sin olvidarme de los dos grandes sacerdotes, junto a nuestro Señor puedo gritar a los cuatro vientos que soy una nueva y renovada Tamara y ahora sí voy por el buen camino de ser una buena Cristiana.

Por lo tanto recomiendo vivir estas experiencias que nos brinda el Señor a todas las personas y sobre todo a los que tengan dudas sobre el amor de nuestro Señor tiene por todo y cada uno de nosotros. Él nos llama de muchas maneras y ésta, los cursillos de cristiandad, es una muy buena.

¡Que Dios os bendiga!

¡¡¡¡De colores!!!! 🌈

Tamara, de Ocaña