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Ejercicios Espirituales agosto Cursillos de Getafe

Ejercicios-Espirituales-Cursillos2021

Ejercicios Espirituales de agosto del Movimiento de Cursillos de Getafe

30 de agosto, 2021

En agosto del 23 al 30, hemos celebrado una tanda de Ejercicios Espirituales desde el Movimiento de Cursillos de Getafe. Los Ejercicios se han celebrado en la Casa de Espiritualidad de las de las “Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús” en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y han sido dirigidos por el Padre Yago Fernández de Alarcón, nuestro consiliario.

Estos días han sido momentos intensos de encuentro con el Señor, quien sigue derramando su amor por nosotros en la Eucaristía para que seamos cada día más santos.

De la mano de San Ignacio de Loyola, hemos estado junto al Señor en su nacimiento en Belén y en la casa de Betania junto a sus amigos. También, hemos acompañado y sufrido junto al Señor durante su terrible agonía en el Huerto de los Olivos y en su Pasión.

Las experiencia vivida nos ha inflamado el corazón y recordado que el Señor es más grande que nuestro pecado y nuestra debilidad. El Señor, nos ha hecho volver a sentir en nuestro corazón lo que dice la escritura: “sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 20)

Testimonios

Anónimo:

Esta semana ha sido un momento de descanso en el Señor. Me ha ayudado a salir de mi rutina diaria para mirar de nuevo al Señor y descubrir que sigue amándome. El Señor me ha mirado y me ha vuelto a recordar que vuelva a poner mi vida en sus manos porque su fuerza y su poder, es mucho más grande que mi propia debilidad

Puri:

Ha sido el mejor regalo que nos ha podido hacer Dios. Su presencia ha estado con nosotros en todo momento y creo que todos hemos sentido a Jesucristo en nuestros corazones más fuerte que nunca.

Dulce:

Han sido unos días en los cuales hemos experimentado el inmenso amor de Dios y su infinita misericordia para con su diminuta criatura. También pongo de relieve el ambiente de fervor y silencio que se respiraba.

Moncho:

Me viene al corazón, ¡déjate amar, déjate amar Moncho! Dios solo quiere que me deje amar del todo, para luego, libre, poder amarlo. Y vi mi corazón tan apegado a tantas cosas, tan “chicloso”. Dios me daba estar ahí con Él, con vosotros a los que os quiero. Rodeado de tantas cosas que me hablaban, no solo con palabras de su amor.

“Señor – le decía- te doy mi alegría, que ya sé que es tuya, pero creo que es lo mejor que tengo”. Luego Él me contestaba, cuidado en dar lo que vosotros queréis y no lo que os pido.

Señor quieres que sea tu Cirineo, me emocionaba al pensarlo. ¿Será eso lo que quieres de mí? Luego me vino al corazón la canción de Santa Teresita, “lo que agrada a Dios de mi pequeña alma, es que le entregue mi corazón y mi pobreza”.

 En esas idas y venidas iban pasando los días, lleno de emociones. Y sentí un sentimiento  de angustia, de dolor, de náuseas al ver al Señor, al Cordero puro, inmaculado, llevando mis pecados. Y sentí que era un traidor a su bandera. Y le pedí  a la Virgen, soy su pequeño, luchar en su milicia, aunque solo fuera de escudero. Y me dejé mirar por el Señor. Y lloré cuando después de rezar el Ángelus, le ofrecí a María  todo mi ser. No me podía olvidar de San José, que estuvo a nuestro lado siempre. ¡De Colores!