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Fallecemiento de José Pacheco Vera

20 de Septiembre, 2019

El pasado viernes 20 de Septiembre, nuestro hermano José Pacheco, en la imagen, en la inauguración de la Ultreya de Aranjuez el pasado 7 de Enero de este año, uno de los iniciadores del MCC en la diócesis de Getafe y un referente para todos nosotros, partió a la casa del Padre a la temprana edad de 59 años.

La vida de José ha sido un regalo para todos los que hemos tenido la suerte de conocerle: siempre cercano, era el primero en acoger al nuevo o en interesarse por los problemas de cada uno, dando siempre un cálido afecto y un sabio consejo.

José ha sido un referente para todos nosotros, por su fe y confianza en el Señor y por su celo apostólico, y a partir de ahora estamos seguros de que velará por todos nosotros y por su querido Movimiento de Cursillos.

A continuación reproducimos la despedida que Julio Guerrero, actual vicepresidente del MCC en Getafe, ha escrito para la web de la Diócesis de Getafe:

EL SEÑOR REFUERZA SU EQUIPO CON UNO DE LOS MÁS GRANDES FICHAJES POSIBLES

Quizá habrá quien piense que no es lo mejor empezar una despedida/homenaje por un recién fallecido con un chascarrillo como el del título. Y quizá tengan algo de razón, pero éste era el estilo de nuestro hermano José Pacheco Vera, un apóstol de la cabeza a los pies, quizá de un nivel tan extraordinario para nuestros tiempos que no se pueda comparar con nadie, pero siempre en todo lo que hacía añadía el mejor y más fino humor. 

José era uno de los iniciadores del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en nuestra diócesis, miembro del equipo pastoral y otras muchas cosas más a lo largo de toda su vida de Iglesia. Nos decía en su funeral el vicario general, José María Avendaño, “cuánto he aprendido de él y cuántas veces nos ha dado tranquilidad y paz con sus consejos…”

Él partió a la casa del Padre a última hora del viernes 20 de septiembre, poco tiempo después de que la comunidad de Cursillos casi en pleno, se reuniese en el hospital donde se encontraba para rezar como un solo hombre, implorando al Padre un milagro o que se hiciese su voluntad pero supiéramos aceptarla. Al final, poco después de esa oración comunitaria nos dejó, se lo llevó el Señor para reforzar su equipo, supongo que la delantera, porque un tipo tan extraordinario como José, un evangelizador de primera línea, un apóstol en mayúsculas que constantemente le metía goles al enemigo con su buen hacer, con su impecable sonrisa, con el amor que transmitía, desbordando a Cristo por los cuatro costados… era el mejor para ir en vanguardia y seguro que le han fichado para eso.

Enhorabuena al equipo del cielo, habéis fichado a uno de los mejores. El personal de tierra nos ocuparemos de pedir por su eterno descanso, pero también le usaremos de intermediario, pidiéndole que hable con el jefe y nos pida algún que otro favor, y seguro que lo hará pues era lo que mejor hacía siempre, orar y entregarse al necesitado.

Adiós mi querido amigo José, te vamos a echar de menos todos en nuestra Iglesia, pero no sólo en Getafe, en muchísimas partes de España rezaban por su recuperación y ahora por su descanso, pues era con diferencia uno de los mejores referentes para los cursillistas de toda España, pero también para todos los fieles del Señor.

Pido una oración por su esposa y sus dos hijas, para que puedan afrontar su vida lo mejor posible, porque parafraseando a Angie, su esposa “La pieza de nuestro puzzle que se nos ha ido era muy importante, ahora tenemos que hacer que toda nuestra vida vuelva a encajar con él de otra manera y sólo podremos hacerlo con y en el Señor”

José, disfruta de tu estancia en la casa del Padre, intercede por nosotros, búscanos un huequito y, si no estás muy ocupado en las cosas de Dios, cuando nos toque ir allí, recíbenos en la puerta con esa sonrisa tan franca y maravillosa que siempre has mostrado, y nos sentiremos en casa, acogidos, felices, y gozosos al volver a verte. 

Te queremos José.