Con ocasión de las solemnidades en honor de Santa Teresa de Jesús, celebradas desde el 15 de octubre de 2022 hasta el 15 de octubre de 2023 (que caerá en domingo), el papa Francisco ha concedido un año santo que coincide, además, con los 400 años de la canonización de Santa Teresa.

Desde el MCC de Getafe, celebrándose semejante conmemoración y pudiendo conseguir la Indulgencia Plenaria, no podíamos dejar pasar esta oportunidad de sumergirnos en el universo Teresiano, y, a Ávila que nos fuimos de peregrinación del 21 al 23 de abril.

La Santa nos ha mimado tanto que hemos podido alojarnos en lo que hoy es Albergue Casa Natal Sta. Teresa de Jesús. Una hospedería, sobria y sencilla dentro del espacio conventual, que los carmelitas descalzos regentan en el lugar del nacimiento de la Santa.

El sábado comenzamos con el rezo de Laudes en la pequeña capilla del Albergue, un desayuno en familia (fuimos 15 peregrinos), y a continuación nos dirigimos a recibir la Indulgencia Plenaria, motivo central de nuestra peregrinación.

En la Capilla del nacimiento en la Iglesia de “La Santa” en Ávila, pudimos recogernos en oración ante su imagen. Fue un momento precioso de comunión entre los hermanos y de encuentro con el Señor, alentado por el espíritu de Santa Teresa. Pedimos por esta gran familia que formamos los cursillistas de la Diócesis de Getafe, muy especialmente, por los hermanos que tienen una situación de dificultad.

Al terminar y con otra luz en el rostro, visitamos el Museo, único en el mundo para conocer la vida y el mensaje de Santa Teresa, que se encuentra instalado en la cripta de la iglesia y convento que lleva su nombre.  

Como culminación de la mañana participamos de la Misa del Peregrino, donde compartimos Eucaristía con un grupo de jóvenes de Mater Salvatoris y un grupo del Toboso.

El sábado continuó con la comida y la tarde donde pudimos disfrutar de Ávila y sus rincones.

El domingo participamos de la Eucaristía celebrada en la Catedral de Cristo Salvador. Una Misa preciosa, íntima, donde el sonido del órgano nos ayudó a acercarnos más a Nuestro Señor en la primera catedral gótica de España (la más alta del Reino). Disfrutamos de su maravilloso retablo y de la luz que pasaba a través de sus maravillosas vidrieras. Un regalazo más.

Nos dirigimos después a la Plaza del Mercado Mayor, entramos en la Iglesia de San Pedro.  Terminamos en el Convento de San José, el primero fundado por esta “fémina inquieta y andariega” calificada así por el nuncio de entonces. Allí nos impregnamos de la fuerza y el ardor de Santa Teresa por servir y amar a Nuestro Señor, a pesar de su debilitada salud y su edad, no era precisamente joven cuando fundó este convento… y lo que quedaba por venir.

Después de conocer un poco más a Santa Teresa, maestra de espiritualidad, en el peregrino nace y experimenta el deseo ardiente de entregarse y amar a Dios con desprendimiento y amor incondicional. Teniendo la certeza de que cada vez que la vida nos asuste o tengamos miedo, DIOS NO SE MUDA.

Nada te turbe, nada te espante
todo se pasa, Dios no se muda,
la paciencia…   todo lo alcanza
Quien a Dios tiene nada le falta.
«Solo Dios basta”

¡DE COLORES!